te sostiene el alma en las esquinas.
Sólo te deja escribir con tintasangre
y te obliga a rezar un sudornuestro.
Una mujer cierta, verás, no te permite
agotarte al desagotarte
ni usar rebozo en el gozo.
(y con furia leerá estas flacas rimas)
Ella se ubica en el centro
y en cada ángulo funda
una trinchera encendida.
Aquí te enseña de una vez todo el deseo...
y al instante te lleva al lado opuesto,
donde has de amarla con ángel
con ese tacto sutil
del que sabe acariciar las mariposas.
Una mujer cierta
te sostiene el alma en las esquinas
y ríe cuando humedece
con tus lágrimas su vientre.
con tus lágrimas su vientre.
De todo el repertorio de tu carne
tomará apenas un hilo,
una hebra que usará como escritura:
y será todo el decir sólo con eso.
Una mujer cierta, por fin,
asesina al amante más tenaz
asesina al amante más tenaz
y al que apenas puede versos acotados.
Una mujer cierta,
con miguitas de los dos,
con miguitas de los dos,
va a hacerte un hombre.
3 comentarios:
Ayyyyyyy, hombre tan bonito, no le voy a pegar (a pesar de las riiiiiimas que algunas muy juntas y otras muy separadas -léase desprolijas-) porque sé que se fijó nada en la forma y le puso todo al fondo.
El poema me gusta mucho porque tiene espontaneidad y riqueza emotiva y NO tiene "labios de rubí". Se siente el hombre detrás del poema y a la mujer adentro de él (del poema, entiéndase correctamente el uso del pronombre).
No vaya a creer que esa Amalia de la Biblioteca Billiken tiene la cara de santa del retrato. Es un personaje con mucho cuerpo literario la de Mármol y si no tuviera tantas diferencias con el susodicho Mármol (yo) habría leído el libro con menos rebeldía.
Ahora, después de dejarle un montón de besooooooooooooootes en la airosa frente, paso a demostrar que no soy un robot y esperar que suban mis besos hasta su corazón de hombre muy lindo.
Niña loca, nuestra Bellaluz.
Como tata Dios la hizo donosa y diestra pa' los escribires, Eva Lucía se hizo crítica literaria... para asegurarse de que todos los cantares tengan virtud.
Por suerte, a mí me tiene cariño y su riguroso lápiz rojo disimula mis yerros y mis inobservancias.
*Nota para lectores no avisados
Lean el poema monumental que adorna las plantas de este humilde blog. Obra de Analuz, mi hadita amiga.
El hadita, señor de la Tucumania, es un crack poético, pero usted, en éste no crea que le va a la zaga.
Si algún hombre piensa así de alguna mujer, será que alguna hay buena, aunque yo no lo juraría. (ríome).
Me gustó mucho, Óscar.
Abrazo.
Namasté.
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