The rest of my life

Y cuando la soledad y sus ámbitos ya no te desesperan, cuando los no-lugares del egresado dan en llamarse La Casa, entonces (poco antes o poco después) puede suceder que un amigo te pregunte: -¿Seguís empeñado en cumplir tu sueño, en esperar hasta que ella llegue? Y al contestar que sí, puede ocurrir que te anuncien: -Conozco a alguien exactamente así; mirá: cuando todas cuentan sus audacias, ella sonríe y calla; si va en mi moto no se aferra a mí... apenas me roza... casi como dos alas que no van a sujetarla. Pero es real: ha vencido desafíos de esos que te arrodillan... ha vivido a contravida pero sin perder ángel ni vuelo. Ya tenés el visto bueno para llamarla... pero no te quedan ganas de nada: el tiempo fuera de los trabajos es siempre para huir hasta la cueva protectora. Casi estás eligiendo una vida de bajuras. Y claro, lo que está al ras del suelo no corre riesgo alguno de caerse. Y dejás correr el tiempo, pedís que le mientan: -Si te comenta "Nunca llamó" por favor decile que no has podido darme su número, dale, ya voy a animarme. Entonces te avisan que tenés que ir al colegio a la noche. Qué bajón... tan desmoronado al salir de la Facultad. Pero algo te susurra que vas a conocerla... y pasás por la cueva a ponerte decente. En las tres cuadras cavilosas es tuyo el pensamiento más medroso: -Pero va a estar arriba y yo pasaré por la planta baja... -A esta hora, seguro, estará ocupada concluyendo la jornada. Y al llegar ¡Está! pero... qué lástima... es tan joven y tan bonita... no me va a registrar (y la pena negra, otra vez la pena negra) Pero un reflejo vital te asiste (ella dijo: -para gustarme será alto y deberá hacerme reír) entonces caminás estirándote para dar algo más de talla y haciéndole un comentario apenas ocurrente -pero no muy gracioso- aunque ella se ríe. Definitivamente es mucho menor y muy linda... N.V.A.A. ( no va a andar :( ) Y otra vez a cinchar con la perversa vocecita interior: -No te muevas... por fin estás bien ¿no? solo y en tu nuevo refugio... recordá que al final siempre se sufre... o acaso no escribiste "El pasaje de las atravesantes" Y los días pasan. Y sabés claramente que, si demorás, el camino se va a ir cerrando y ella se te va a ir antes de llegar y... -Hola, espero que no te moleste que te llame... pensaba si este sábado podrías... Y el sábado no, pero fue el viernes... y fue hablar ocho horas sin pausa ni respiro y los mozos echándonos de todas partes y esa extraña sensación de re-conocerla, de haberla esperado toda una vida hasta este día... Pero la tercera cita fue un des-encuentro y el dolor... y otra vez las técnicas de independencia emocional y... -Qué lástima: tan bien que me sentía con ella... adivinándonos el pordecir y qué lindo era mirarla sintiendo ganas de llorar de felicidad y... cuando descubrís (después, claro) que a ella le sucedió igual, que se sentía morir y que tuvo miedo de que todo naufragara... y los llamados y la caída de todas las estrategias, qué locura, los dos confesándonos el pánico de perdernos en las vísperas. Y esa cita.. esa cita... sin soltarnos más las manos... sin volver a separarnos ni un solo día hasta hoy... Y toda la vida iluminándose... los sueños cumplidos / desbordados. Cuando te preguntan: -¿No es demasiado pronto? es complejo contarles que todo ha sucedido fuera de los dos... que la maravilla nos ha elegido (como un diagrama de Venn que circunscribe sólo a dos) y no nos deja cambiarle el paso. Argüir que veníamos del dolor... que las infinitas casualidades de los predestinados... y que... Ya no hace falta cansar al que pregunta. Ahora ya podés calmar al escéptico cuestionador: -¿Si es pronto? Seguro, es muy pronto: me voy a casar con ella y aquí está la historia, la escribí como un poseso o quizás como un medium en trance psicográfico. Espero que te convenza o al menos que te haga callar. Mientras tanto yo me sigo moviendo, como pez en el agua, en un mar de todomilagro, en los primeros días gloriosos del resto de mi vida.


LOS PASOS PREVIOS

Los pasos previos

Los pasos previos
Los que diste de ellos, cada uno / antes de mí. / Los pasos de venir hasta mi vida. / Si yo pudiera ver toda tu historia / (como dicen mira Dios cuando nos mira) / alguna huella tuya me daría / otra vez esa sonrisa de ser padre. / Otros serían punzadas / de no saberme mañana / de quizás... nunca-jamás / o un delgado tal vez imaginarme. / Pero son todos, mi amor, todos tus pasos, / los que usabas para armar este trayecto. / Ni uno solo puedo ahora rechazar: / sin ese avance preciso / por qué no el-más-odiado / el-más-amado / y quién sabe: el-infierno-tan-temido) / sin ese avance, decía, / habrías llegado poco antes o después / pero nunca tan exacta y justamente. / Voy a aprender a agradecer. / Cada huella que tus pies le dibujaban / al sendero que te puso aquí en mi vida... / Gracias al arco tan perfecto / que hundía en suelos blandos tu pisada. / Los pasos atropellados / antes de cada caída. / Los medios pasos que asoman a una duda, / a un temor, a un no-quería. / Esos trozos de andadura / están todos aquí, / ninguno falta. (AMALIA, MI AMOR, CÓMO TE TEME LA MUERTE)
Mi foto
Capital, Tucumán, Argentina
Ella ha llegado. Está tan ajustada al talle de los sueños que alegremente podría entrar en sequía. Mi verso más cantor, entonces, sería materia de vida y no de escritura.

14 feb 2013

De espalda a los valentines

Una mujer cierta
te sostiene el alma en las esquinas.
Sólo te deja escribir con tintasangre
te obliga a rezar un sudornuestro.

Una mujer cierta, verás, no te permite
agotarte al desagotarte
ni usar rebozo en el gozo.
(y con furia leerá estas flacas rimas)

Ella se ubica en el centro
y en cada ángulo funda
una trinchera encendida. 
Aquí te enseña de una vez todo el deseo...
y al instante te lleva al lado opuesto,
donde has de amarla con ángel
con ese tacto sutil
del que sabe acariciar las mariposas.

Una mujer cierta
te sostiene el alma en las esquinas
y ríe cuando humedece
con tus lágrimas su vientre.

De todo el repertorio de tu carne
tomará apenas un hilo,
una hebra que usará como escritura:
y será todo el decir sólo con eso.

Una mujer cierta, por fin,
asesina al amante más tenaz
y al que apenas puede versos acotados.
Una mujer cierta,
con miguitas de los dos,
va a hacerte un hombre.

3 comentarios:

Eva Lucía Armas dijo...

Ayyyyyyy, hombre tan bonito, no le voy a pegar (a pesar de las riiiiiimas que algunas muy juntas y otras muy separadas -léase desprolijas-) porque sé que se fijó nada en la forma y le puso todo al fondo.

El poema me gusta mucho porque tiene espontaneidad y riqueza emotiva y NO tiene "labios de rubí". Se siente el hombre detrás del poema y a la mujer adentro de él (del poema, entiéndase correctamente el uso del pronombre).

No vaya a creer que esa Amalia de la Biblioteca Billiken tiene la cara de santa del retrato. Es un personaje con mucho cuerpo literario la de Mármol y si no tuviera tantas diferencias con el susodicho Mármol (yo) habría leído el libro con menos rebeldía.

Ahora, después de dejarle un montón de besooooooooooooootes en la airosa frente, paso a demostrar que no soy un robot y esperar que suban mis besos hasta su corazón de hombre muy lindo.

 Oscar d'Oliveira dijo...

Niña loca, nuestra Bellaluz.
Como tata Dios la hizo donosa y diestra pa' los escribires, Eva Lucía se hizo crítica literaria... para asegurarse de que todos los cantares tengan virtud.
Por suerte, a mí me tiene cariño y su riguroso lápiz rojo disimula mis yerros y mis inobservancias.

*Nota para lectores no avisados
Lean el poema monumental que adorna las plantas de este humilde blog. Obra de Analuz, mi hadita amiga.

Morgana de Palacios dijo...

El hadita, señor de la Tucumania, es un crack poético, pero usted, en éste no crea que le va a la zaga.
Si algún hombre piensa así de alguna mujer, será que alguna hay buena, aunque yo no lo juraría. (ríome).

Me gustó mucho, Óscar.

Abrazo.

Namasté.