Por si acaso sucediera hoy, para que no lo encuentre desaliñado. Por si acaso hubiera sucedido en el pasado y su regreso fuese ceremonia de clausura. Y por si acaso fuera a suceder en el futuro: para que mida usted su fuerza y su equilibrio (si ambiciona estar en pie hasta que llegue)
Pero lo que se acerca sucede fugaz y egresa. Será/es/fue son un continuo no disociable.
Habrá de estar usted recibiendo, abrazando y despidiendo sin perder jamás la compostura.
Porque estos asuntos son (ella lo dijo) amores de montaña rusa.
Comienzan con un boleto de ingreso que cae en nuestras manos como entregado por El Ángel. Sigue un arranque convencional y su inmediata cuesta suave. Ahora es la cima: nuestro todo el aire; nuestros también los 360 grados del horizonte.
Comienzan con un boleto de ingreso que cae en nuestras manos como entregado por El Ángel. Sigue un arranque convencional y su inmediata cuesta suave. Ahora es la cima: nuestro todo el aire; nuestros también los 360 grados del horizonte.
La brutal caída... el pecho que ya es uno con la espalda. Y descubrir que la atracción por lo tanático viene siendo casi nada. Una meseta y otra vez el suave ascenso.
Usted conoce que al descender querrá otra vez, y una más... o lo que quede.
En los amores de cuesta arriba los tickets de acceso crecen espontáneamente en el bolsillo. La mano que busca a tientas puede hallar un grueso fajo, el único o materias usuales de bolsillo (migas, hilos, botones y monedas)
La esfericidad concisa y breve de la naranja aquí no es posible. Aquí nadie resuelve el relato con virtud.
Porque de esto nadie sabe nada.
Las reglas las pone Dios. Y se divierte al cambiarlas cada instante.
O.D.d'
1 comentario:
me gusta, me gusta, me gusta, me gusta y me encantás!!!!
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